jueves, 31 de enero de 2008

Tienda de disfraces.

Está en galerías Goya, merece la pena solo por el escaparate.

















































































El auténtico Chiquito deja su huella, como buen malagueño.

miércoles, 30 de enero de 2008

Berlín 1990.

Mi primer viaje al extranjero, mi primer vuelo en avión, mi primer trabajo. Reunión de trabajo en el Hotel Intercontinental de Berlín, de la zona "americana", como se decía entonces, aunque el muro ya había caído pocos meses antes. Recuerdo la excursión al "lado oriental" con especial desánimo, todo en ruinas, abandono, pobreza.












































Museo de Pérgamo.















Puerta de Brandemburgo.


































Palacio Sans Souci.







































Bueno, esto es el Reina Sofía por aquella época, que camino de Berlín pasamos una tarde en Madrid. Un apunte para Bk, he recuperado las fotos escaneando las hojas de contactos, otra opción para rescatar fotos viejunas sin mucho esfuerzo.

sábado, 26 de enero de 2008

Años 30.
















He rescatado fotos de mi padre, de los años 30, de cuando era pequeño. Son unos negativos del tamaño de una tarjeta de crédito o así, los he escaneado con el escaner normal, de documentos, y luego los he pasado a positivo. Imagino que con los negativos de color no será tan fácil.














Un barco de vapor!!

Instituto Gaona, Málaga.














Según parece es el más antiguo de Málaga, y después de la visita de esta tarde no me queda la menor duda. El conserje Cristobal nos enseña amablemente el edificio, muchas gracias!!
Es un convento filipense, fundado en 1846, y luego pasó a ser centro de enseñanza. Severo Ochoa y Picasso pasaron por sus aulas .
Impresionante el patio central, con sus columnas de marmol y blasones. Quedan restos de frescos decorativos un poco deteriorados. Todavía se siguen dando clases en sus aulas, pero no sería un mal emplazamiento para un museo (que no se entere la baronesa thyssen :-) Existe el proyecto de ubicar aquí la nueva Facultad de Bellas Artes de Málaga.




























Despacho del director.














Aula Severo Ochoa.

viernes, 25 de enero de 2008

Una tienda elegante.














Voy en el coche por mi antiguo barrio, Santa Julia, y no salgo de mi asombro ante la tienda que hace esquina. Seguro que la retirada de Valentino del mundo de la moda no les va a afectar mucho. Suerte tener el móvil a mano, y el coche parado por el semáforo.
He ampliado el rótulo, para miopes viejunos como yo.

Hermanos Calatrava.


Una joya de los años 60, un "single" rescatado del trastero. ¿Tenían gracia? Hoy día estoy seguro que nadie se atrevería con un dúo así.
Me suena que la foto está hecha en la Casa de Campo, el zoo de Madrid.

martes, 22 de enero de 2008

Teatro Romano y la Casa de la "Cultura".
























Málaga ha sido ciudad de los mayores anacronismos y de los mayores despropósitos. Recordemos el sentido homenaje del Ayuntamiento al representar en la entrada principal de la Feria de Agosto la portada de la antigua estación de Renfe, a tamaño natural, a los pocos meses de haber autorizado su demolición, sin que nadie levantara una voz en su defensa.
Algo parecido ocurrió con su Casa de la Cultura, aunque por motivos diferentes. Recuerdo de pequeño ir a su biblioteca a estudiar o para documentarme para algún trabajo de clase. Me impresionaba especialmente la Espasa, con todos sus tomos y actualizaciones. Casi nadie se fijaba en que sus pilares estaban apoyados sobre las gradas del teatro romano. El arquitecto franquista que la diseñó ni siquiera había visitado la obra, según dicen.
Muy discutible también ha sido su demolición, piedra a piedra, para hacer salir a la luz las ruinas que ocultaba. Ya podían haberlo vuelto a edificar en otra parte, era un edificio elegante, a fin de cuentas.

domingo, 20 de enero de 2008

Venta Indiana Suarez.




















Bueno, otra venta que merece la pena descubrir. Está bastante escondida, en la carretera entre Alhaurín de la Torre y Alhaurín el Grande, un poco después del Tiro de Pichón. La más barata (cerveza de botella a 1 euro). Mejor no ir en sábado, dicen que hay mucha gente.
La venta tiene su historia, que la conoce Andrés, que va por allí desde que era chico. Le invito a que explique algo en los comentarios, si le apetece.
Es un poco raro el sitio, más que una venta por fuera parece una nave industrial. Detrás hay un camping de caravanas con personajes extraños, y me cuentan que una piscina olímpica!!


















































Alberto se hace el interesante, pero le traiciona el sombrero :-)























En venganza por la foto, me hace esta caricatura en un segundo. Gracias Tori!














La Aelita y Daniel.























Andrés con Darío.

sábado, 19 de enero de 2008

Temple.














No era la primera vez que visitaba Londres. Como casi siempre, una fina lluvia caía en estos momentos de forma cansina, dando un tono gris a todo lo que veía Javier. Acababa de salir del Museo Británico y, refugiado en el atrio de grandes columnas, rodeado de turistas, un frío intenso pareció calar en su cuerpo, dejándole un momento indeciso frente al rumbo a tomar. En realidad no estaba haciendo turismo, como cualquiera hubiera pensado al verle, con su cámara a cuestas y ese aspecto de despistado que no podía evitar. Ya llevaba varios meses allí, aprovechando una beca. Había llegado con mucha ilusión y grandes esperanzas de labrarse un futuro. Siempre le había gustado estudiar...y desde luego la historia de civilizaciones antiguas siempre le había cultivado.


¿Seguía siendo aquel tímido estudiante de entonces? Algo parecía estar cambiando. El hecho de haber venido a Londres, sin amigos ni parientes, le hacía sentirse fuerte y capaz de sí mismo, como nunca antes lo había sentido.


Dejando atrás el gentío que se refugiaba de la lluvia a la entrada del British, se subió el cuello, ajustándose bien la bufanda para enfrentarse de nuevo a esa fría mañana de invierno londinense. Por lo menos, pensó, estaba aflojando la lluvia y podría pasear un rato para entrar en calor. Un tímido rayo de sol, o algo parecido, le animó a seguir la orilla del Támesis, un tanto desierta a esas horas. De vez en cuando, en algún banco, ancianos desocupados se entretenían en alimentar a las palomas. Las aguas del río se ondulaban levemente al paso de los buques de carga.





















Poco a poco, sin darse cuenta, absorto en sus pensamientos, se iba alejando del centro sin rumbo fijo. Sobrios edificios de oficinas, de ladrillo rojo y ventanas blancas, aparecieron ante su vista en medio de parcelas de césped. No parecía vivir nadie por allí, y las calles estaban desiertas. A través de las ventanas se entreveían personas trabajando. Un extraño silencio lo invadía todo. Empezaba a llover de nuevo y Javier, harto del maldito clima inglés, buscaba desesperado un lugar donde cobijarse. Y allí, casi escondida entre las casas, vio una pequeña y oscura iglesia de piedra. A través de las vidrieras se dejaba ver un poco de luz, seguramente de velas. Sin pensarlo entró por la estrecha puerta. Tan delgadas eran las ventanas y tan poca la luz en el interior que casi se cae al entrar. Poco a poco su vista se fue habituando, y empezó a distinguir las oscuras piedras. La humedad se respiraba, esa atractiva mezcla de olor a piedra e incienso. Le llamó la atención la forma circular, por su originalidad, y empezó a preguntarse qué tipo de iglesia era aquella, sin duda medieval. Ningún adorno había estropeado su belleza primitiva. Por el suelo, cubiertas por el polvo de siglos, se veían lápidas anónimas, algunas con inscripciones apenas visibles.

Se encontraba en una especie de éxtasis místico, aquel que le atacaba con frecuencia en circunstancias similares cuando penetraba en el interior de alguna de esas pequeñas iglesias románicas que le gustaba visitar. Sentado en aquellas, se había pasado tardes enteras escuchando el batir de alas de las palomas, el eco de unos pies ancianos sobre el pavimento, el olor a cera quemada. A pesar de su juventud, su natural introvertido le hacía sentirse a gusto en aquel entorno.

Estaba ya saliendo del interior cuando empezó a sonar el móvil en su bolsillo. Le hizo volver a la realidad bruscamente. Menos mal-pensó-que ya estaba fuera. Era su madre, tan atenta y preocupada como siempre por su hijo querido, deseosa de que volviera lo antes posible.


Sin darse cuenta se había sentado sobre una lápida, de las muchas que rodeaban la iglesia. De pronto, sus ojos parecieron quedarse fijos en un lejano punto, perdidos en el tiempo, y su expresión de asombro hubiera llamado la atención de alguien si no fuera porque estaba absolutamente solo. Y es que en esa lápida figuraba un nombre que no debía estar allí, desde luego no en aquel lugar ni en aquel tiempo.

Venta Las Maravillas.

















Está en la carretera de Olías y el público es "selecto"...ideal entre semana. Si vas un fin de semana mejor ir tempranito. Lo mejor el "plato maravillas", contundente y cateto, como debe ser. Pide un vinillo dulce. Cerramos los jueves, eh!
























Reunión de poetas malagueños...























Una pena..las basuras estropean un poco las vistas.



Peluquería de caballeros.


















No huele a loción Flöid? Está en calle Sánchez Pastor. Ya mismo será una tienda de ropa, o un bar.
Gracias a Beto por la foto.

Confecciones Mora.














Mi amigo Carlos ha conservado la herencia familiar con extremo escrúpulo. tanto es así que allí siguen apiladas las cajas y uniformes tal como estaban en los años 60.
Gracias Carlitos, aunque no me leas ya que no tienes internet, por conservar ese maniquí maravilloso en el escaparate, y por no sucumbir al mercantilismo y poner una tienda de "todo a cien".












































Galerias Goya.















Parece increible que esta galería comercial ochentera y postmoderna esté en pleno centro histórico de Málaga...así es, tiendas alternativas, exposiciones y mucho más al alcance de la mano. Los personajes que pululan por sus pasillos suelen ser interesantes igualmente. Incluso hay una original tienda de disfraces.



















































domingo, 13 de enero de 2008

Noche de cine.























Esto es lo que no puede faltar, el Cine Albéniz de Málaga, el equivalente, salvando las distancias, a los Renoir o Verdi de Madrid. Hoy daban Blade Runner en versión original, el corte del director y remasterizada y patatín patatán. He echado de menos la escena final, un poco cursi pero bonita.























José Leandro, un tanto vampírico, a la salida del cine (usted me perdone..).



















Mientras admiramos los escaparates..no precisamente de ropa...tenemos un encuentro en calle Granada.























Y acabamos en el Pimpi, claro.







































Esta foto me recuerda a una de mis pelis favoritas...:-)


















Le pusieron de título "Nosferatu" para no pagar derechos de autor (que listos los alemanes).